SUPERVISIÓN DE LA PRÁCTICA CLÍNICA

FORMATOS DE SUPERVISIÓN

En Entterapia ofrecemos supervisiones de casos de adultos, de niños y de adolescentes y de terapias en encuadres individual, familiar y grupal. Trabajamos desde una orientación integradora en diferentes formatos:

Supervisiones individuales

  • (50 minutos) con cualquiera de las terapeutas del equipo (la frecuencia será a determinar según los objetivos planteados)
  • Las supervisiones individuales pueden ser presenciales, vía e-mail, vía Skype o mixtas.

Supervisiones en grupo

  • (2 ó 3 horas, no más de 8 participantes)
  • Reuniones en las que se pueden presentar uno o dos casos que se discuten con las aportaciones del grupo y la conducción de dos supervisoras del centro. El terapeuta podrá elegir la frecuencia de los encuentros pero no se puede garantizar que se puedan supervisar en cada sesión un caso de cada participante. En este encuadre el aprendizaje deriva tanto del propio caso presentado, como de las aportaciones del resto de componentes del grupo.
  • Este formato de supervisión se recomienda para aquellos que deseen completar su formación en psicoterapia además de supervisar aspectos puntuales de sus terapias.

Talleres de supervisión

  • (5 horas, entre 8 y 10 participantes)
  • Reuniones en las que se pueden presentar varios casos que se discuten con las aportaciones del grupo y la conducción de dos supervisoras del centro.

Supervisión a demanda

  • (duración a determinar)

Grupos preformados que solicitan supervisores del centro

Encuentros clínicos

  • Se trata de reuniones de profesionales con experiencia que desean compartir el trabajo realizado con sus pacientes con el fin de ampliar su visión, compartir dificultades, solucionar dudas, analizar su reacción personal y procurarse autocuidados.
  • Ocasionalmente invitaremos a estos encuentros a terapeutas externos al grupo que puedan aportar una mirada particular (desde diferentes orientaciones)

Para las supervisiones en grupo se podrá elegir un encuadre individualizado en función de las necesidades y disponibilidad personal, así como de la elección de supervisores -siempre sujeto a disponibilidad y al compromiso de un mínimo de asistentes-.

 


FUNTAMENTOS DE LA SUPERVISIÓN DE LA PRÁCTICA CLÍNICA

Supervisar es una actividad imprescindible para la formación como psicoterapeuta y una herramienta clave de la práctica clínica. La supervisión trata de promover la mejor comprensión del paciente así como de potenciar las habilidades del terapeuta, orientando los aspectos técnicos y manejando las dificultades que puedan surgir en el curso de la terapia. La supervisión es un encuentro entre dos terapeutas que, en el contexto de una relación horizontal, exploran diferentes aspectos sobre el curso del tratamiento con varios

objetivos.

  • Discutir acerca de y orientar los diferentes aspectos tratamiento: fase de diagnóstico e indicación; objetivos; encuadre; relación terapéutica; técnicas psicoterapéuticas y combinación con otros abordajes, incluido el farmacológico.
  • Manejar las dificultades y resolver dudas que puedan surgir en el curso de la terapia, tanto las que se generan por las propias resistencias y dificultades del paciente, el grupo o la familia, como las derivadas de las características personales del terapeuta o las generadas en la propia relación terapéutica.
  • Adquirir nuevas habilidades.
  • Proteger al terapeuta de las consecuencias de la exposición continuada a las experiencias de sufrimiento.

A diferencia de los Grupos de Reflexión sobre la práctica clínica, en los que el foco es la respuesta del terapeuta y la repercusión emocional causada por el contacto con el paciente, en la supervisión la tarea se centra en ayudar a la progresión del tratamiento. Sin embargo, en ocasiones la posibilidad de resolver una dificultad o de desbloquear una situación pasa ineludiblemente por observar la marcha de la relación terapéutica y trabajar sobre la figura del terapeuta, convirtiéndose estos aspectos en el tema central en algunos momentos de la supervisión.

La supervisión se desarrolla en un encuentro con otro profesional que ofrece una mirada externa y compartida a las cuestiones suscitadas. El objetivo es ayudar al supervisando a construir nuevas versiones con sentido de los problemas del paciente y con ello contribuir a la progresión del tratamiento.

 

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