“Desde la perspectiva de un observador, las psicoterapias son esencialmente conversaciones. Sin embargo, no son conversaciones ordinarias. Las conversaciones terapéuticas están organizadas por el deseo de aliviar el sufrimiento mental y el dolor, y para producir la curación. Tienen lugar entre terapeutas y clientes dentro del contexto mutuamente consensuado de que el terapeuta contribuirá intencionadamente hacia un cambio constructivo en las experiencias problemáticas y las conductas de sus clientes.” Karl Tomm, 1988
¿En qué consiste hacer terapia?
La psicoterapia va de historias, de historias contadas, como narraciones, y de historias compartidas.
Quien acude en busca de psicoterapia lo hace porque vive una historia que desea cambiar, porque se siente protagonista, o secundario, de una historia que no progresa o lo hace en un sentido negativo.
La psicoterapia se vale de una relación – la del que consulta con un terapeuta- , para conseguir que cambie la trama de una historia que causa malestar o dolor; quizás para cambiar, o porque ya han cambiado, alguno de sus personajes o de los escenarios. Los hechos vividos no se pueden alterar pero sí la forma en cómo queda ordenada la narración acerca de ellos y el sentido de la misma y de las emociones que conlleva. La nueva historia que surge de ese encuentro tiene sus raíces en la historia previa, es construida en esa relación, incluye elementos nuevos aportados por el que consulta y debe proporcionar bienestar, sentido y coherencia.
Una psicoterapia tratará sobre todo del presente pero también tratará del pasado. En la medida en que es en ese pasado donde comenzó a escribirse la historia de dolor, conocer y compartir esos hechos que sucedieron “allí y entonces” puede contribuir a encontrar las claves de la trasformación del “aquí y ahora”.
La psicoterapia va, pues, de historias y de las emociones que éstas mueven.
Entterapia, 2016